"Japón está dispuesto a normalizar las relaciones con Corea del Norte cuando estén solucionados los problemas relacionados con los misiles, el programa nuclear y los ciudadanos [japoneses] secuestrados, nuestra posición no ha cambiado", dijo el canciller.
Las sanciones fueron impuestas en 2006 y ampliadas y prorrogadas varias veces por los ensayos nucleares norcoreanos.
Tokio afirma que desde los años 70 los servicios secretos norcoreanos secuestraron a 17 japoneses, mientras que Corea del Norte admitió solo 13.
El país devolvió a cinco rehenes y asegura que los ocho restantes fallecieron.
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Japón considera que las pruebas de la muerte de estas personas son poco convincentes o falsas y sigue exigiendo una investigación.
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