Después de la explosión, el Ministerio envió al lugar un grupo de trabajo que tras la inspección, decidió bloquear tres ríos ubicados en el territorio del parque industrial, para evitar la polución del río Guanhe, que desemboca en el mar Amarillo.
La explosión se produjo el 21 de marzo en la planta química Tianjiayi en la provincia de Jiangsu (este).
La detonación en la planta, situada en el parque industrial de Chengjiang, fue tan poderosa que la agencia sísmica china registró a las 5.48 del jueves un terremoto de magnitud 2,2.
Según los datos de última hora, el accidente causó 62 muertos y más de 600 heridos, entre ellos 60 graves y 34 en estado crítico.
El presidente de China, Xi Jinping, ordenó tomar todas las medidas posibles para salvar vidas y mitigar las consecuencias.