El debate fue provocado por los recientes ataques a dos mezquitas en Christchurch.
"Los proveedores de servicios de Internet son la ambulancia al pie del acantilado, con herramientas contundentes que implican el bloqueo de sitios después de los hechos. El mayor desafío es cómo evitar que este tipo de material se cargue y se comparta en las plataformas y foros de las redes sociales", señalan en una carta pública.
Cincuenta personas fallecieron y decenas resultaron heridas en Nueva Zelanda después de que un supremacista blanco de origen australiano, que llevaba un arma semiutomática y varios cargadores, abriera fuego indiscriminado en dos mezquitas de Christchurch el 15 de marzo.
Vídeo: Nueva Zelanda llora a los muertos de los ataques en mezquitas
El perpetrador del ataque hizo circular poco antes un manifiesto xenófobo y transmitió en directo fragmentos de la matanza por internet.
Una ejecutiva de Facebook citada por el diario NZ Herald dijo sin embargo que la transmisión tuvo escaso seguimiento.
Según Bickert, la transmisión del atacante pasó desapercibida por los sistemas de inteligencia artificial de Facebook.
"Nuestra tecnología no lo detectó, y no hubo informes por parte de los usuarios durante la transmisión en vivo", dijo.