"Rusia está dispuesta a contribuir de todas las formas posibles a que esta situación de crisis se arregle cuanto antes, pero, la normalización, sobre todo, depende de las partes involucradas en esta situación de conflicto", dijo a a la prensa al comentar si Rusia baraja la posibilidad de ofrecer su mediación para desescalar las tensiones.
El atentado fue reivindicado por el grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM) cuyo jefe, Masood Azhar, se encuentra en Pakistán.
La India acusó nuevamente a Pakistán de patrocinar grupos terroristas en la disputada región de Cachemira, pero Islamabad rechazó la acusación por "infundada" y propuso a Nueva Delhi investigar conjuntamente el ataque, que volvió a llevar a la región al borde de un conflicto armado.
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La tensión entre Pakistán y la India empeoró el pasado 26 de febrero tras el bombardeó desde el aire a las supuestas bases de JeM en territorio pakistaní, al afirmar que era una "acción no militar preventiva" y "absolutamente necesaria" debido a la información de que el grupo estaba tramando más ataques.
El 27 de febrero Pakistán respondió a esta incursión con otro ataque aéreo transfronterizo, para demostrar su capacidad de autodefensa.
El enfrentamiento aéreo, el primero desde la guerra indo-pakistaní de 1971, derivó en el derribo de un MiG-21 de la Fuerza Aérea India cuyo piloto fue capturado por los pakistaníes. También Nueva Delhi afirma haber abatido un F-16 pakistaní el miércoles, pero Islamabad niega haber utilizado estos aviones de combate en el ataque.