"Hemos reparado en la declaración del portavoz de la Cancillería turca, es repugnante en extremo. Ya hemos entregado a Turquía la nota correspondiente", dijo a los periodistas Hua Chunying, la portavoz de la diplomacia china.
Su colega de Turquía, Hami Aksoy, denunció que "más de un millón de turcos uigures, detenidos de forma arbitraria, se someten a torturas y lavado de cerebro en campos de internamiento y prisiones" e instó a poner fin a esta represión.
Hua lo negó de plano, diciendo que el poeta está sano y salvo, como ella misma pudo comprobar a través de un vídeo que vio la víspera.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), en un informe publicado a finales de agosto pasado, denunció que hasta un millón de uigures y otros musulmanes podrían estar en los llamados campos de reeducación a lo largo de la región de Xinjiang.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, calificó de "profundamente preocupante" esa información.
La receta china para erradicar el extremismo https://t.co/W5d75VctM3
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 16 октября 2018 г.
La portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, afirmó que las conclusiones del CERD carecen de pruebas y no corresponden a la realidad.
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El presidente del Gobierno de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, Shohrat Zakir, defendió en una entrevista, publicada en octubre pasado, lo que calificó de "programa de educación y capacitación vocacional" que busca erradicar el extremismo religioso y la infiltración de terroristas en la zona.
