La definió ante las cámaras de la televisión filipina de "oferta absolutamente inútil" argumentando que a Filipinas no le hacen falta F-16 sino "aviones ligeros para luchar contra la insurgencia" y que, además, Estados Unidos sigue humillando al país incluso después de insultar a los filipinos. La intervención tuvo lugar en Davao durante la ceremonia militar que marcaba el aniversario del Comando del Este de Mindanao.
"Somos amigos, pero recuerden que somos amigos porque ustedes nos hicieron su colonia hace años. No fue una amistad acordada".
También cargó contra Washington por haberse negado a suministrar 23.000 rifles a la policía filipina después de que determinados legisladores estadounidenses expresaran su preocupación por la represión policial de Manila contra el tráfico de drogas ilegal.
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