Se trata de un dispositivo de radiografía industrial de 23 kilogramos que contiene el isotopo radioactivo iridio-192 cuyo periodo de desintegración es de 73 días.
El diario dice que el equipo pertenece a una empresa que presta servicios de verificación, calibración e inspección en los sectores de petróleo y gas, de fabricación y de transporte y cuya sede está ubicada en Shah Alam.
Según sus informaciones, el artefacto radioactivo desapareció de una camioneta manejada por dos técnicos de unos 35 años, empleados de dicha empresa, mientras regresaban a Shah Alam después de hacer trabajo en Seremban.
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Uno de los técnicos notificó lo ocurrido al Consejo de Licencias de la Energía Atómica que advirtió que el artefacto no debe caer en manos de terroristas.
Los investigadores indicaron más tarde que la puerta trasera del vehículo estaba en buena condición sin presentar señales de que abriera por sí misma, tampoco encontraron indicaciones de que la hubieran forzado.
Al principio la policía de Shah Alam no creyó a los técnicos y los ingresó en prisión preventiva y examinó sus celulares, aunque el 17 de agosto pasado fueron liberados por la falta de fundamentos para su ulterior encarcelación.