El funcionario rehusó por la mañana precisar cuándo podría completarse el rescate. En varias ocasiones previas había insistido en garantizar al cien por ciento la seguridad de los niños antes de que pueda comenzar la evacuación.
Drenar el agua de la cueva, que suele inundarse en la temporada del monzón, sigue siendo una de las tareas prioritarias. Más de 130 millones de litros fueron bombeados hacia fuera, según el gobernador.
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Paralelamente, los rescatistas siguen tendiendo un cable para que los menores puedan comunicarse con sus familias. Según Narongsak, la línea ha llegado ya a un cruce de cavernas cerca de los niños. También les están enseñando a nadar y a bucear, mientras los equipos en la superficie continúan la búsqueda de vías alternativas para alcanzar la gruta y evacuar a los futbolistas.
Tras casi diez días de búsqueda, los menores, de 11 a 16 años, y su monitor, de 25, fueron hallados vivos, pero exhaustos.
El complejo de cuevas de piedra caliza Tham Luang, situado en el norte de Tailandia, se extiende a varios kilómetros y suele inundarse durante la temporada de lluvias que se prolonga de junio a octubre.
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