"La postura de Japón consiste en que será posible normalizar las relaciones y prestar ayuda económica a Corea del Norte después de que se haya logrado una solución coherente al problema nuclear, de misiles y de los japoneses retenidos (en territorio norcoreano)", reiteró Kono tras reunirse en Seúl con sus colegas de Estados Unidos y Corea del Sur.
"La cumbre debe buscar solución a los problemas existentes. Por el momento, no estamos considerando la posibilidad de un diálogo directo al alto nivel entre Japón y Corea del Norte", puntualizó.
La agencia Kyodo informó más temprano, citando fuentes gubernamentales, que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, podría entrevistarse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la ciudad rusa de Vladivostok durante el Foro Económico Oriental 2018 que tendrá lugar del 11 al 13 de septiembre.
Las conversaciones entre Tokio y Pyongyang sobre la situación de 12 de al menos 17 ciudadanos japoneses secuestrados entre 1977 y 1983 se encuentran estancadas actualmente.
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Con respecto a la suspensión de los ejercicios militares conjuntos que EEUU realizaba con Corea del Sur, Taro Kono señaló que incumbe a las dos partes implicadas discutir los detalles.
Al propio tiempo, el ministro resaltó "la gran importancia de la política de contención en Asia Noriental", que se basa en tales simulacros y en la relación de aliados que EEUU mantiene con Japón.
"En todo caso, la suspensión de los ejercicios conjuntos dependerá de que Corea del Norte dé pasos concretos hacia la desnuclearización. EEUU respetará el compromiso de defender a Japón como aliado. Tampoco habrá cambios en nuestra relación de aliados en lo que atañe a los militares estadounidenses emplazados en el territorio japonés", afirmó Kono.