"Estamos ante una oportunidad de reducir las tensiones que hace solo uno o dos meses se habían disparado hasta llegar al borde de un conflicto nuclear", escribió el legislador en su cuenta de Facebook.
Al mismo tiempo, advirtió de que todavía no se ha puesto el "punto final" y que la última decisión de Pyongyang no es suficiente para normalizar sus relaciones con la comunidad internacional y lograr el fin de las sanciones que le valieron al país sus ensayos nucleares y de misiles realizados pese a la prohibición de la ONU.
Además, pidió "una respuesta diligente y, a ser posible, ejemplar" de Washington, que incluya medidas como el "cese de la retórica agresiva y denigrante, el reconocimiento de los derechos soberanos de Corea del Norte a tener su propio desarrollo, la renuncia a las amenazas de cambiar el Gobierno en este país a través de una intervención externa, el repliegue de las actividades militares cerca de la fronteras norcoreanas y el restablecimiento del diálogo político".
Pyongyang anunció que suspende a partir del 21 de abril las pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales para centrarse en el desarrollo de la economía nacional.
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Al mismo tiempo, el país mantendrá su potencial nuclear, aunque se compromete a no emplear este armamento mientras no haya amenazas o provocaciones nucleares en su contra, y renuncia a transferir armas y tecnologías atómicas a otros Estados.
El anuncio de Pyongyang se produce de cara a la cumbre intercoreana prevista para el 27 de abril y a la reunión de los líderes de Corea del Norte y Estados Unidos, que por ahora no tiene fecha pero podría producirse a principios de junio o incluso antes, según la Casa Blanca.