El martes 3 de abril, la Oficina del Representante Comercial de EEUU anunció que prepara nuevos aranceles para unos 1.300 productos chinos, incluidos los del sector aeroespacial y de las tecnologías de información y comunicación, como respuesta a la infracción de derechos de propiedad intelectual por China.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó el mismo 6 de abril al representante comercial Robert Lighthizer considerar la imposición de nuevos aranceles a China por 100.000 millones de dólares alegando que "en lugar de remediar su mala conducta" el país prefirió dañar a los agricultores y manufactureros estadounidenses.
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"En estas circunstancias se está haciendo imposible para las dos partes mantener cualquier diálogo sobre esta cuestión", afirmó el portavoz del ministerio chino.
"Últimamente los cargos oficiales del ámbito financiero no mantuvieron ninguna consulta sobre los asuntos comerciales", aseguró.
Previamente Gao declaró que Pekín está dispuesto a tomar nuevas medidas si Washington aumenta los aranceles sobre las importaciones de los artículos chino.