La Corte Suprema de Seúl redujo la pena de cinco años a dos años y seis meses, pero enseguida la suspendió ordenando un período de probación de cuatro años.
Lee Jae-yong, de 49 años, fue condenado a finales de agosto pasado a cinco años de prisión en un caso de corrupción que había provocado la destitución de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, actualmente en prisión preventiva y procesada.
El heredero de Samsung fue procesado por el pago de un soborno a Choi Soon-sil, amiga de la entonces presidenta surcoreana. Su empresa desembolsó 7.200 millones de wones (unos $6,4 millones) para costear las clases de equitación de la hija de Choi.
Lee Jae-yong también fue declarado culpable de malversación de fondos, ocultación de activos en el extranjero y perjurio.
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La Corte Suprema de Seúl dictaminó que Lee efectivamente había ofrecido sobornos a Park y Choi, pero no fue a cambio de que un fondo de pensiones estatal ejerciera sus derechos de voto para apoyar una fusión controvertida en 2015 que cementó el control del vicepresidente sobre el grupo Samsung.
En este caso, según el tribunal, fue la máxima autoridad política la que coaccionó a una empresa para posibilitar la oferta de sobornos.