El medio informó haber obtenido esta información de un excombatiente de la Organización de Liberación Unida de Pattani (PULO) que pidió anonimato.
Los antiguos combatientes tomaron la decisión de regresar a su tierra y entregarse a las autoridades después de una ola de protestas contra los separatistas que tuvieron lugar en las provincias sureñas de Tailandia tras una explosión en la provincia de Pattani del 21 de enero que se saldó con tres civiles muertos, dice el medio.
A inicios de 2018 el teniente general del Cuarto Ejército en el sur Piyawat Nakwanit, responsable de la lucha contra los islamistas separatistas en el sur del país, declaró que el Gobierno de Tailandia había decidido dar amnistía a los combatientes que quieran regresar a la vida normal.
Tres provincias del extremo sur de Tailandia —Narathiwat, Yala y Pattani— son desde 2004 escenario de enfrentamientos casi diarios entre las fuerzas de seguridad y los militantes de grupos islamistas que luchan por la secesión de estos territorios, de población mayoritariamente malaya y musulmana, así como por restaurar el Sultanato de Pattani anexado por Siam a principios del siglo XX.
El conflicto costó la vida a más de 6.800 personas, en su mayoría civiles.