El atentado produjo un elevado número de heridos. En él perdieron la vida varios de sus trabajadores.
El Ejecutivo español se muestra "consternado ante la barbarie de una acción que ha tenido como objetivo una organización humanitaria dedicada a aliviar la situación de los más vulnerables en una situación de conflicto como la de Afganistán".
"Trasladamos nuestras condolencias a los familiares de los fallecidos y manifestamos nuestra solidaridad, cercanía y aprecio a la organización "Save the Children" y a su personal, cuya labor es un ejemplo de esfuerzo, dedicación y dignidad", señala en un comunicado.
España espera que los responsables de este atentado "sea llevados ante la justicia y que en todo caso se respete la legislación internacional que protege a los trabajadores humanitarios y a sus instalaciones".