"Si Bangladés necesita nuestra ayuda para solucionar la crisis con los refugiados estamos dispuestos a ayudar, pero las relaciones entre nuestros países no son las que deberían ser; sin embargo, si se trata de los refugiados, estamos dispuestos a ayudar a Bangladés", afirmó.
En su informe del 21 de enero, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó en 688.500 el número de refugiados rohinyás que llegaron a Bangladés desde el pasado 25 de agosto huyendo de la violencia en el estado de Rakáin, noroeste de Birmania.
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental al norte de Birmania donde había escasez de mano de obra agrícola.
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Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana estimada entre 1,1 y 1,5 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.