En su artículo para The National Interest (NI), Michael Mazza y Gary Schmitt recordaron que, por primera vez, la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSS, por sus siglas en inglés) —documento que describe las principales preocupaciones de la seguridad nacional de EEUU y los planes para hacer frente a ellos— menciona explícitamente a Taiwán.
"La ubicación de Taiwán la convierte en un obstáculo o en un posible camino de China hacia el amplio [océano] Pacífico y es de especial relevancia para la defensa de Japón y Filipinas, aliados estadounidenses ubicados directamente al norte y al sur de la isla", escribieron Mazza y Schmitt.
"Dada la importancia de Taiwán para los requisitos de defensa de EEUU en Asia Oriental, sus problemas son los problemas de Estados Unidos. Y no hay un problema mayor que la creciente ventaja de China en el importantísimo dominio aéreo", destacaron los columnistas de NI.
Pese a que las modernizaciones de las aeronaves son "útiles y necesarias", el proceso requeriría retirar de servicio a esos cazas por períodos prolongados. Así que proporcionar nuevos cazas F-16C/D (los cuales podrían ser fabricados por Lockheed Martin en relativamente poco tiempo) tendría una utilidad más inmediata, una vez que "Taiwán necesitara no solo aviones avanzados, sino también un aumento en la cantidad de aeronaves", escribieron.
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Los autores del texto consideraron que para abordar verdaderamente "el actual desequilibrio" en el aire sobre el estrecho de Taiwán y en los cielos sobre la propia isla es necesario "un salto cualitativo" que Washington pone a disposición de Taiwán. "Y no hay nada en ese sentido tan potencialmente ventajoso como el F-35B", subrayaron.
"A Taiwán le tomaría algún tiempo adquirir los F-35B, incluso si se los incluye en la lista de adquisiciones mañana, una razón más que suficiente para tomar esa decisión cuanto antes", consideraron los autores del artículo.
"Más concretamente, el envío de los F-35 a Taiwán harían gran mella en la confianza de la fuerza aérea china en relación a su capacidad de dominar el espacio aéreo sobre el estrecho [de Taiwán] y sobre la propia isla", apuntaron los autores del texto.
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Para los columnistas, al tomar estas medidas, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el Congreso estadounidense podrán corregir el olvido de las administraciones anteriores acerca de este elemento vital en las defensas de Taiwán y volver a poner al estrecho de Taiwán en una posición más estable.
"Si no debemos ver a la NSS y al NDAA [Ley de Autorización de Defensa Nacional] como simples trozos de papel, las palabras deben respaldarse con pasos concretos y efectivos. Hacer que los nuevos F-16 y F-35 sean una parte integral de las defensas de Taiwán sería un buen comienzo", concluyeron Mazza y Schmitt.