La ciudad cuenta con 16.359 autobuses eléctricos, una cifra impresionante que equivalente a la suma de las flotas de buses de Nueva York, el condado de Los Ángeles, Nueva Jersey, los suburbios de Chicago y Toronto.
Shenzhen es una megápolis tecnológica de más de 12 millones de habitantes, considerada el 'Silicon Valley de China', ya que alberga a muchas grandes compañías de internet y startups, incluyendo una fábrica de los propios vehículos eléctricos.
En el año 2017, Shenzhen proporcionó subsidios para autobuses eléctricos e instalaciones de carga por el equivalente a $490 millones.
La inversión en autobuses eléctricos tuvo que combinarse con una infraestructura adecuada. Actualmente, Shenzhen tiene 510 estaciones para los autobuses, que tienen un total combinado de 8,000 puntos de carga, por lo que pueden cargar un poco menos de la mitad de la flota a la vez.
Se estima que los autobuses eléctricos permiten ahorrar un 72,9% más de energía que los autobuses diesel actuales, lo que significa que la flota de autobuses de Shenzhen utilizará unas 345.000 toneladas menos de combustible por año y reducirá las emisiones de dióxido de carbono en 1,35 millones de toneladas anuales.
Sin embargo, aunque esta flota de autobuses eléctricos es enorme, es solo parte de un esfuerzo a nivel de toda China, recuerda el artículo. Aunque Shenzhen es la primera gran ciudad en declarar la misión cumplida, en 2018-2020 otras ciudades de ese país asiático alcanzarán el mismo resultado, concluye.