La ministra de Asuntos Exteriores surcoreana, Kang Kyung-wha, citada por Yonhap, hizo ese anuncio durante una conferencia de prensa celebrada en Seúl. El gobierno, según ella, asignará recursos propios para ayudar a las víctimas a sanar las heridas y recuperar la dignidad en lugar de utilizar los fondos que había contribuido Japón en virtud del acuerdo, y discutirá con Tokio acerca de cómo gastarlos en el futuro.
El presidente Moon hizo esta declaración un día después de que un equipo del Ministerio de Exteriores surcoreano, encargado de evaluar el acuerdo, revelara tras cinco meses de trabajo que la administración anterior había mantenido una parte del pacto en secreto, supuestamente para evitar críticas a las concesiones hechas a Tokio.
Según la prensa nipona, el gobierno de Park Geun-hye se comprometió a evitar el término de 'esclavas sexuales' en relación con esas mujeres, no apoyar la instalación de monumentos en homenaje a ellas y convencer a una ONG de que retirara una estatua ya colocada frente a la embajada de Japón en Seúl.
Hoy en día, quedan unas cuantas decenas de supervivientes confirmadas de aquella tragedia.
A finales de 2015, Japón se comprometió a asignar un billón de yenes, o unos nueve millones de dólares, para "curar las heridas y restaurar la dignidad" de estas víctimas, pero congeló la transferencia después de que una ONG erigiera frente a la embajada nipona en Seúl un monumento a las llamadas "mujeres de compañía".
En enero pasado, Japón retiró por un tiempo a su embajador en Corea del Sur después que una estatua similar se instalara delante del consulado japonés en Busan.
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