"Se ha confirmado que las negociaciones de 2015 sobre el problema de las mujeres de consuelo entre Corea del Sur y Japón fueron muy deficientes en cuanto al contenido y el procedimiento… Es lamentable, pero es algo que no podemos obviar", señaló Moon, citado por la agencia Yonhap.
"Como presidente, quiero dejar claro una vez más que el problema de las mujeres de compañía no puede resolverse mediante ese acuerdo", subrayó.
El presidente Moon hizo esta declaración un día después de que un equipo del Ministerio de Exteriores surcoreano, encargado de evaluar el acuerdo, revelara tras cinco meses de trabajo que la administración anterior había mantenido una parte del pacto en secreto, supuestamente para evitar críticas a las concesiones hechas a Tokio.
Según el periódico japonés Asahi, el gobierno de Park Geun-hye se comprometió a evitar el término de 'esclavas sexuales' en relación con esas mujeres, no apoyar la instalación de monumentos en homenaje a ellas y convencer a una ONG de que retirara una estatua ya colocada frente a la embajada japonesa en Seúl.
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Moon Jae-in resaltó que lo más importante en asuntos históricos es la "verdad", pero al mismo tiempo manifestó su deseo de separar las disputas del pasado de los esfuerzos actuales para potenciar la cooperación con Japón, un socio clave ante la amenaza nuclear y de misiles que emana de Corea del Norte.
El Imperio de Japón ocupó la península de Corea de 1940 a 1945. Unas 200.000 asiáticas, en su mayoría coreanas, fueron explotadas como esclavas en burdeles militares japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día, quedan unas cuantas decenas de supervivientes confirmadas de aquella tragedia.
A finales de 2015, Japón se comprometió a asignar un billón de yenes, o unos nueve millones de dólares, para "curar las heridas y restaurar la dignidad" de estas víctimas, pero congeló la transferencia después de que una ONG erigiera frente a la embajada nipona en Seúl un monumento a las llamadas "mujeres de compañía".
En enero pasado, Japón retiró por un tiempo a su embajador en Corea del Sur después que una estatua similar se instalara delante del consulado japonés en Busan.