"Llamo a todas las partes a hacer su aporte a la desescalada de la situación y defender a la población civil en Birmania", dijo Gabriel citado por el Ministerio de Exteriores.
También opinó que el Gobierno de Birmania debe garantizar a las organizaciones humanitarias libre acceso a la zona afectada por el conflicto.
"Pido a Aung San Suu Kyi (canciller birmana) y al Gobierno birmano cumplir plenamente las recomendaciones del grupo consultivo encabezado por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan", apuntó Gabriel.
Según agregó el ministro de Exteriores alemán, su país y otros Estados de la Unión Europea están dispuestos a brindar ayuda a Birmania.
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Unas 400 personas murieron en el estado noroccidental birmano de Rakáin desde el 25 de agosto en enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales e insurgentes rohinyás.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Acnur estiman que unos 123.000 musulmanes rohinyás escaparon de la violencia de Birmania a Bangladés desde el 25 de agosto.
Los rohinyás se establecieron en Rakáin a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
