"No admitimos dos cosas: primero, reconocimiento de Corea del Norte como potencia nuclear; lo segundo que es totalmente inadmisible es una guerra en la península coreana, no podemos aceptar una guerra como opción", dijo.
El diplomático afirmó que Corea del Sur seguirá aprobando sanciones y ejerciendo presión para llevar finalmente a Corea del Norte a la mesa de negociaciones, la única solución del conflicto.
Seúl, agregó, pedirá a China unirse a la campaña de sanciones.
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El 3 de septiembre, Corea del Norte declaró haber ensayado con éxito una bomba de hidrógeno que podría colocarse en ojivas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM).
Según las estimaciones previas, la bomba tuvo una potencia de entre 50 y 70 kilotones.
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En lo que va de este año, Corea del Norte realizó 13 pruebas de misiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU y de un misil de medio alcance que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos de misiles balísticos, desoyendo las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.