El cuerpo de Li Ao tenía más de 20 heridas externas, así como internas, de acuerdo con los medios locales, a pesar de que la causa de muerte todavía se desconoce.
El campamento promocionaba el uso de tratamientos 'suaves', en los que se incluían terapia psicológica y entrenamiento físico, además de prometer no utilizar castigos corporales.
Sin embargo, tras solo 48 horas de estancia en el recinto, Li fue trasladado a un hospital, donde murió posteriormente de causas aún desconocidas.
Los campamentos que prometen ayudar con la adicción a los juegos y a internet se han multiplicado en China. Afirman utilizar técnicas militares para disciplinar a los adictos. Incluso, de acuerdo con The Telegraph, algunos han llegado a emplear descargas eléctricas.
No obstante, este nuevo caso ha permitido que el Gobierno local ordene el cierre definitivo del recinto. La gerencia y cuatro instructores fueron detenidos por la policía y una investigación está en marcha.
El Ministerio de Salud reconoció en 2009 la adicción a internet e hizo un llamado para detener los tratamientos inhumanos.