El incidente tuvo lugar el 10 de agosto en una de las regiones de la provincia de Farah.
Según comentó el portavoz del gobernador de la provincia, Nasir Mehri, dos cinturones de explosivos estallaron durante un encuentro de un grupo de combatientes.
El portavoz añadió que entre los fallecidos hay varios comandantes.
Mehri señaló que los talibanes se reunieron para debatir los planes de un ataque contra las posiciones de los servicios de seguridad afganos.
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Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques perpetrados por el Talibán y, desde 2015, por el autodenominado Estado Islámico, o Daesh, proscrito en Rusia y otros países.
