Unas 30 personas se dan por desaparecidas y 570 más permanecen en las áreas inaccesibles en este momento.
El 8 de julio el balance fue de 16 muertos y 14 desaparecidos.
Alrededor de 1.800 personas encontraron refugio en centros de acogida en el norte de Kyushu, en las prefecturas de Fukuoka y Oita.
Mientras, las lluvias volvieron a arreciar descargando 54 litros por metro cuadrado en una hora sobre algunas zonas de la isla.
Como resultado, fueron suspendidas las operaciones de rescate en varias localidades y los meteorólogos alertaron sobre el riesgo de riadas y deslaves.