De acuerdo a este medio, para las 18.00 hora local (9.00 GMT) dos personas perdieron la vida en la prefectura de Oita y una en la prefectura de Fukuoka.
Los rescatistas, además, no logran comunicarse con tres vecinos del poblado de Toho, en el distrito de Asakura, uno de los más afectados en Kyushu.
Las leyes en Japón dictan que solo los médicos pueden constatar el hecho de la muerte, mientras que la policía o los bomberos solo pueden señalar los signos visibles del estado de una persona.
Otros dos ciudadanos resultaron heridos de gravedad.
El Gobierno de Japón calificó de emergencia la situación al suroeste del país y envió a la zona a 7.500 miembros de fuerzas de autodefensa, policías y bomberos.
Asimismo se emitió una orden o recomendación de evacuación urgente a 556.000 habitantes de Kyushu.
Los operadores de telefonía móvil anunciaron problemas de cobertura en las zonas afectadas por lluvias y corrimientos de tierra.
Medio centenar de personas que buscaron refugio en una escuela quedaron aislados por el aumento del nivel de las aguas.
Según algunos testimonios, el flujo arrastró a varias personas y autos.
En Hita las aguas se llevaron un puente ferroviario.
Las autoridades locales todavía no se encuentran en condiciones de valorar los daños.