La visita de 48 horas de Modi que concluye el 6 de julio por la tarde ha servido para estrechar las relaciones entre los dos países, pero ha suscitado las protestas de los palestinos por unas declaraciones de Modi en el sentido de que no hay objeciones para el traslado de la embajada india de Tel Aviv a Jerusalén.
Por otra parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu se está cuidando de no introducir ningún punto conflicto durante la visita de Modi, especialmente las relaciones entre la India e Irán, una cuestión que no agrada de ninguna manera a Netanyahu.
Hace más de cinco años diplomáticos israelíes acreditados en Nueva Delhi sufrieron un ataque que Israel rápidamente atribuyó a los servicios secretos iraníes en el marco de las tensiones continuas entre Irán e Israel.
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Sin embargo, la investigación de la policía india no condujo a ninguna parte y nunca se ha reactivado, un asunto que no acepta Israel pero que Netanyahu no ha suscitado para no entorpecer la visita de Modi.
