Las lluvias torrenciales comenzaron en Guangxi el 1 de julio, provocando la evacuación de 91.600 residentes, según las autoridades regionales.
El desastre afectó a más de un millón de personas, causando pérdidas económicas por casi 2.900 millones de yuanes (427 millones de dólares).
Más de 600 viviendas fueron destruidas por las inundaciones y otras 6.500 resultaron dañadas.
El domingo, en la oficina de control de inundaciones de China informaron que el caudal de agua en más de 60 ríos del sur estaba por encima de los niveles de alerta debido a las lluvias.