La Administración del presidente Donald Trump ha aprobado la venta de 16 sistemas de misiles de defensa aérea y unos 200 torpedos como parte de un contrato de 1.420 millones de dólares con Taiwán —también conocido como la República de China—. La suma incluye, además, la modernización de varios destructores de la marina taiwanesa, así como el mantenimiento técnico de las estaciones de radares del país asiático. El Congreso deberá dar su aprobación al trato en los próximos 30 días.
La portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Heather Nauert, afirmó que este contrato no viola el compromiso de Washington con su política de "una China".
Una China, dos repúblicas
No obstante, esto no ha impedido que ambas partes hayan expresado su voluntad de acercamiento. El hecho más relevante se produjo en 1992, cuando tras una reunión semioficial, tanto Pekín como Taipéi reconocieron su compromiso ante el "principio de una sola China". La primera y hasta ahora única reunión de toda la historia entre el líder de China, Xi Jinping, y el de Taiwán, Ma Ying-jeou, se celebró en Singapur en noviembre de 2015.
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En 2008 se iniciaron vuelos directos entre el continente y la isla y, ya para 2010, ambas partes firmaron un acuerdo de cooperación económica. En los últimos tres años, Pekín ha pasado a ser el mayor socio comercial de Taipéi, desplazando a EEUU de la posición de liderazgo, una diferencia que sigue incrementándose día a día.
Divide y vencerás
Tema: Tensión en el mar del Sur de China
El pasado 29 de junio de 2017, la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado de EEUU dio el visto bueno al proyecto de ley que, de aprobarse, permitirá a los buques estadounidenses entrar en los puertos taiwaneses. Teniendo en cuenta que la República Popular China considera la isla como su propio territorio, esa acción no ayudará a acercar posiciones.
Washington tiene sus razones para interesarse por la región: por ahí pasan las principales rutas comerciales del mundo, mediante las cuales EEUU obtiene gran parte de los hidrocarburos provenientes de Oriente Próximo que consume. Además, el despliegue de armas estadounidenses en Taiwán podría representar un peligro permanente para China, cuya salida al océano Pacífico se vería limitada en caso de una escalada bélica.
"Entre EEUU y Taiwán existe un acuerdo, en el marco del cual Washington garantiza la seguridad de la isla. No es de excluir que EEUU desee incrementar su presencia militar en la zona por la importancia estratégica del mar del Sur de China en la línea de suministro de hidrocarburos", compartió el profesor asociado de la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Piotr Tsvetov, en declaraciones a RT.
El fortalecimiento de la cooperación militar con este territorio se produce precisamente cuando Taiwán está más aislado que nunca en el ámbito internacional. Solo un par de decenas de Estados reconoce su independencia e incluso Panamá ha interrumpido recientemente sus relaciones diplomáticas con Taipéi al haber estrechado sus contactos comerciales con China.
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Sin embargo, con la crisis norcoreana de fondo, Washington intenta presionar a Pekín —el principal socio comercial y político de Pyongyang— para lograr un mayor aislamiento de Corea del Norte. De hecho, la polémica iniciativa de instalar los sistemas antimisiles estadounidenses THAAD en Corea del Sur ya estuvo a punto de provocar una ruptura entre Pekín y Seúl.