En el incidente sufrieron heridas menores 54 personas, de las cuales 18 fueron hospitalizadas.
El autor del ataque —un hombre de aspecto extranjero que habría irrumpido en el local con armas de fuego— se roció con gasolina en una habitación del hotel que forma parte del complejo, se prendió fuego y se pegó un tiro.
Al lado de su cuerpo carbonizado fueron encontradas un fusil de asalto y una pistola del calibre.380.
El director del Distrito Sur de la Policía, Tomas Apolinario, dijo que, a juzgar por las cámaras de vigilancia, el individuo actuó solo.
Los agentes hallaron la mochila del tirador con fichas de casino por valor de 2,6 millones de dólares.
Aunque el ataque al Resorts World Manila fue reclamado en un principio por el llamado Estado Islámico (Daesh, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países), el director de la Policía Nacional de Filipinas, Ronald Dela Rosa, dudó que sea un atentado terrorista.
"No hay elementos de violencia o intimidación. Si fuese un militante del Estado Islámico, habría disparado a la gente. Un terrorista llevaría un cinturón suicida en vez de prenderse fuego a sí mismo", señaló.
Al mismo tiempo, Dela Rosa añadió que es necesario llevar a cabo una investigación completa.
