"Ellos (los funcionarios chinos) dijeron que intensificaron las verificaciones de las fronteras, reforzaron el control fronterizo, aumentando las funciones de tipo policial en la frontera e incrementaron la inspección de aduanas", dijo la diplomática citada por la agencia AP.
Según Thornton, esas acciones prueban que Pekín entiende la necesidad de presionar a Pyongyang.
"Reconocen que se hace bastante difícil dialogar mientras Corea del Norte lanza misiles", mencionó.
Asimismo, Thornton comunicó que Washington busca acordar el nuevo paquete de sanciones de la ONU contra Corea del Norte antes de que Pyongyang efectúe otras pruebas nucleares o de misiles.
La diplomática mencionó que Washington ya discutió con Pekín la posibilidad de imponer sanciones a "empresas específicas" que son "las que ganan más dinero para el régimen (norcoreano)".
Financial Times indica que Pekín mantiene oficialmente su postura de que Pyongyang y Washington son ambos responsables del aumento de las tensiones en los últimos meses e insta a que las dos partes celebren negociaciones.
"La tolerancia china de la posible inestabilidad (en Corea del Norte) es baja", dijo Thornton y agregó: "No quieren cortar los medios de subsistencia del pueblo norcoreano".
El 21 de mayo Corea del Norte lanzó un misil balístico de alcance medio que voló unos 500 kilómetros hasta caer en el mar a unos 350 kilómetros de la costa coreana, fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
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Militares surcoreanos estiman que se trata de un proyectil de características similares a las de Polaris 2 (Pukguksong-2/KN-15) y que habría alcanzado una altura de 560 kilómetros como máximo.
En 2016, el régimen norcoreano llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares y más de veinte pruebas de misiles balísticos desafiando las prohibiciones de las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó desde 2006 seis resoluciones que conminan a Corea del Norte a abandonar el desarrollo de sus programas nuclear y de misiles; las dos últimas, aprobadas en 2016, endurecen en grado considerable las restricciones internacionales contra Pyongyang en materia comercial y bancaria.