Lorenzana, en declaraciones a Reuters, se mostró preocupado por las imágenes satelitales que confirman la presencia de buques chinos en la zona durante tres meses del año pasado y mencionó el riesgo de que Pekín llegue a reclamar la vasta área que, según la ONU, es parte de la plataforma continental de Filipinas.
Pekín mantiene disputas con otras capitales de la región, en particular Hanói y Manila, sobre la demarcación de las fronteras y las zonas exclusivas en los mares del Sur y el Este de China.
A juicio de China, Vietnam y Filipinas instigan la tensión de forma deliberada con el apoyo de EEUU.
El pasado 12 julio, la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya desestimó a petición de Manila las pretensiones territoriales de Pekín dentro de la llamada "línea de los nueve puntos" en el mar del Sur de China.
Al mar del Sur de China le corresponde una tercera parte del tráfico mundial de mercancías y su plataforma es rica en recursos naturales.
La Corte de La Haya también acusó a China de haber violado la soberanía filipina y causado graves daños a los arrecifes de coral con la construcción de islas artificiales.
La sentencia fue celebrada por Filipinas, que había apelado de forma unilateral a la Corte de La Haya a principios de 2013, pero provocó un enérgico rechazo de China que negó la jurisdicción del tribunal y la tachó de nula.
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En enero de 2017, China y Filipinas establecieron crear un mecanismo para mantener consultas sobre el mar del Sur de China.