El 13 de febrero, dos mujeres presuntamente envenenaron a Kim Jong-nam, de 45 años, en el aeropuerto de Kuala Lumpur con una inyección letal o rociándole la cara con un líquido.
"Posiblemente el Norte quería salir de esa situación embarazosa por la muerte de Kim Jong-nam", dijo el presidente interino de Corea del Sur, Hwang Kyo-ahn, citado por la agencia Yonhap.
La propia Corea del Sur se encuentra sacudida por un escándalo de corrupción que ha salpicado a la presidenta Park Geun Hye, lo que llevó a su separación del poder desde diciembre último.
Park está acusada de abuso de poder y tráfico de influencias para beneficiar a su amiga Choi Soon-sil, quien habría obtenido sobornos de las grandes empresas del país.
Hwang Kyo-ahn urgió a intensificar las sanciones contra Corea del Norte, pese a que este país las ignora por completo.
Desde Pyongyang anunciaron este martes el éxito del entrenamiento para lanzar un ataque nuclear contra las bases militares de EEUU en Japón.
Las pruebas se produjeron después de que EEUU trasladara a la zona un portaviones nuclear y varios aviones cazas para las maniobras militares Foal Eagle con Corea del Sur que empezaron el 1 de marzo.
Pyongyang ve estos ejercicios como un ensayo de una invasión y advirtió que reforzaría su capacidad de respuesta.
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China también ha expresado su preocupación por las maniobras de EEUU y Corea del Sur.
Pekín llamó a Washington a rebajar la tensión en la península de Corea.
En 2016 en los ejercicios similares participaron 17.000 militares estadounidenses, así como 300.000 soldados surcoreanos.