"Nos oponemos enérgicamente a la actividad separatista encaminada a así llamada independencia de Taiwán y adoptaremos medidas firmes para contener esas actividades", dijo Li en su discurso en la sesión de apertura del parlamento chino.
El titular del Gobierno chino reiteró que Pekín mantendrá su política hacia Taiwán y defenderá el Consenso de 1992, protegiendo "la soberanía y la integridad territorial de China".
Pekín considera a Taiwán como su provincia rebelde y rechaza tener relaciones diplomáticas con cualquier país que las mantenga con Taipéi.
El conflicto entre Taipéi y Pekín data de 1949, cuando el movimiento nacionalista Kuomingtan tomó la isla tras ser derrotado durante la guerra civil por el Partido Comunista Chino.
Las relaciones entre ambos territorios chinos solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a fines de la década de 1980, sin que existan en la actualidad contactos oficiales entre las autoridades.