Históricamente, el país se llamaba Pars —de aquí el nombre 'Persia', con el que también se lo conocía en las naciones occidentales—, pero esta denominación no es muy correcta porque solo refleja una etnia local, explica el experto. Por eso, a partir del siglo XX, las autoridades iraníes insistieron en el uso del nombre de Irán, que proviene de 'país de los arios'.
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El filólogo explicó que, en persa —idioma oficial de Irán—, —stán es un sufijo que engloba a una parte del país o una región, pero no a la nación en su conjunto. Por esta razón, en Irán hay algunas provincias cuyos nombres terminan con este sufijo, como Lorestán, Kurdistán o Baluchistán.
Pero en otros casos, como en Kazajistán, Kirguistán o Uzbekistán, no se comparte el idioma, lo que deja entrever una importante influencia de la lengua y literatura iraníes en su cultura en algún período de su historia, opina el filólogo.
En Rusia, el nombre de varias repúblicas con población musulmana también contiene el sufijo —stán, como Tartaristán, Dageustán o Bashkortostán. La misma palabra 'stán' está presente en la lengua rusa con varios significados a lo largo de los años, entre ellos, el ser la parte de un territorio o un lugar de parada durante un viaje.
El filólogo explicó, además, que no solo países islámicos utilizan este sufijo. En armenio, Armenia es Hayastán —de 'hay', tal y como se llaman a sí mismos los armenios— y no Armenia.