La iniciativa fue presentada por el Gobierno chino después de haber realizado un sondeo que reveló que más del 50% de las familias chinas no quieren tener un segundo hijo a causa de problemas materiales.
"Cada familia tiene derecho a tener un segundo hijo, sin embargo la situación económica impide tomar esta decisión", dijo Wang al intervenir en una conferencia dedicada a las cuestiones de bienestar social.
El 1 de enero de 2016 China puso fin a la política del hijo único que entró en vigor a partir de finales de los años 70 y provocó un desequilibrio de género, envejecimiento demográfico y reducción de la capacidad de trabajo.
A causa de esta medida en el país asiático fueron registrados 17,8 millones de nacimientos, lo que es el mayor aumento en las últimas dos décadas.
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Según datos estadísticos, el número de habitantes de China aumentó para finales del año 2016 en 8,09 millones de personas, situándose en 1.382 millones.
