"La situación de los derechos humanos en el Norte y sus numerosas violaciones de normas internacionales han llegado a un punto muy grave", afirmó Yun, citado por la agencia Yonhap.
Yun añadió que en esas reuniones se propone "plantear los problemas y obtener la respuesta más fuerte de la comunidad internacional".
El jefe de la diplomacia surcoreana dijo que hará hincapié en el uso de un arma química prohibida en el asesinato de Kim Jong-nam, caso que calificó como una grave violación de la soberanía y de las normas internacionales.
La policía de Malasia detuvo en relación con su muerte a cuatro sospechosos, uno de ellos norcoreano, e insiste en tomar declaraciones a otros dos nacionales de Corea del Norte, un funcionario de la embajada y un empleado de la aerolínea Koryo Air.
Corea del Sur declaró desde un principio que la muerte de Kim Jong-nam es obra de los "agentes de Pyongyang".