La medida se produce después de que Kang Chol arremetiera contra el Gobierno malasio acusándolo de "tener algo que ocultar" y de "conspirar" en relación con el asesinato de Kim Jong-nam, hermanastro del líder norcoreano.
"El Gobierno de Malasia ve infundadas las críticas vertidas por el embajador de la República Popular Democrática de Corea del Norte", dice la nota, al agregar que las autoridades del país "se toman muy en serio cualquier intento infundado de mancillar su reputación".
El comunicado también defiende la transparencia de las autoridades malasias, que mantienen informada a la embajada norcoreana del desarrollo de las pesquisas.
Kim se había trasladado a Macao a principios de la década del 2000 y residía en la antigua colonia portuguesa con su segunda esposa y dos hijos; su primera mujer e hijo viven en Pekín.
Corea del Norte insiste en la entrega inmediata del cuerpo, aunque hasta la fecha no se ha dado a conocer el resultado de la autopsia.