El complejo de viviendas dará paso a un nuevo distrito comercial, incluido un rascacielos de 707 metros. Los residentes habían sido trasladados una semanas antes, según el medio.
Para llevar a cabo la demolición se utilizaron cinco toneladas de explosivos colocados en alrededor de 120.000 lugares diferentes en los edificios.
Debido a que la zona se encuentra cerca del centro de la ciudad, los contratistas de la demolición tuvieron que asegurarse que una estación del metro cercana no resultara dañada.