Sin embargo, el hecho de que China haya logrado desplegar su escuadra naval en mar abierto no significa que el portaviones del país asiático sea capaz de operar plenamente, como ha afirmado el Gobierno chino, consideró Dave Majumdar, experto en defensa y editor de la revista militar National Interest.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 de janeiro de 2017
Majumdar agregó que "el despliegue del Liaoning es una prueba", "una experiencia de aprendizaje" que puede ser utilizada por Pekín para mejorar el entrenamiento de su personal y perfeccionar los procedimientos militares.
De acuerdo con informaciones publicadas en 2015 en un informe del Pentágono acerca del poderío militar de China, el Liaoning y su ala aérea embarcada, en su configuración actual, no son realmente capaces de proyectar poder a largas distancias, ya que el buque es demasiado pequeño. Según el documento, el portaviones es más adecuado para proporcionar defensa aérea y extender la cobertura de una flota operante lejos de la costa.
"El Liaoning no es capaz de proyectar fuerza de largo alcance, como los portaviones estadounidenses de clase Nimitz", subrayó el informe.
Según Majumdar, sin embargo, el portaviones chino no tiene la pretensión de ser un equivalente de las 'superembarcaciones' de la Armada de EEUU. El experto destacó que el Liaoning ofrece a Beijing una importante herramienta de aprendizaje sobre cómo operar aviones en misiones navales.