Según explicó el especialista, el primer ministro, Shinzo Abe, en su política exterior va a bascular entre dos direcciones que parecen incompatibles: por un lado, aspirará a desarrollar las relaciones con Rusia, y por otro seguirá siendo socio de EEUU y formando parte del G7.
Sin embargo, puede que esta duplicidad no le guste no solo a la UE y EEUU, sino tampoco a Rusia. Por lo tanto, parece que los actores internacionales van a exigir a las autoridades niponas que se decidan en cuanto a su rumbo político y económico, según informan los medios del país asiático.
Las sanciones impuestas por Tokio contra Moscú, siguiendo el camino marcado por EEUU y varios países europeos, no han tenido un gran impacto, no obstante, sí que fueron muy negativas para las relaciones entre Rusia y Japón.
Sin embargo, esto no ha impedido que Rusia y Japón colaboren y estudien ampliar su cooperación económica bilateral. Como resultado, los líderes de ambos países, durante su última reunión, firmaron un paquete de acuerdos por un importe total de 2.500 millones de dólares. Entre ellos, también acuerdos con empresas rusas que figuran en la 'lista negra' de las sanciones antirrusas.