"Es un lugar muy bello, me impresionó especialmente esta mañana, cuando empezó a caer la nieve, parecía un cuento de hadas", dijo el líder ruso.
"Quiero agradecer la cálida acogida que me dispensaron los habitantes de la provincia y de la ciudad de Nagato", añadió.
Una mujer salió a saludar la comitiva presidencial con un cachorro de la raza Akita Inu en brazos.
Al darse cuenta, el líder ruso le dijo a la dueña que a pesar de "parecer un juguete, en realidad es (una mascota) muy seria que exige respeto".
En 2012, le regalaron a Putin un perro de esta raza como agradecimiento por la ayuda que Rusia le prestó a Japón en marzo de 2011, después del devastador tsunami.
Al ofrecer una rueda de prensa conjunta con Abe, Putin reveló sonriendo que pudo probar en Tokio el sake y recomendó catarlo, " pero con comedimiento".
Esta visita del presidente ruso a Japón, que se pospuso varias veces desde 2014, se considera un avance considerable en las relaciones entre ambos países.