"El Gobierno (de la República de Corea) no puede dejar de expresar su profunda preocupación y decepción a raíz de la repetición de la peregrinación y las ofrendas rituales por los jefes políticos del Gobierno y Parlamento de Japón en el templo de Yasukuni que glorifica la agresión militar japonesa del pasado", según la declaración de la Cancillería surcoreana.
La entidad llamó a los líderes políticos en Tokio a que procuren lograr la confianza de los países vecinos, revisen su visión de la historia y lo muestren por medio de sus acciones.
En el templo sintoísta de Yasukuni se veneran las almas de 2,5 millones de japoneses fallecidos en las guerras.
Entre ellos figuran varios criminales de guerra condenados a raíz de la ocupación japonesa del continente asiático durante el siglo pasado.
Las visitas de los líderes políticos a Yasukuni provocan las protestas de China y Corea del Sur, principales víctimas del militarismo japonés.