El estudio realizado por un equipo de biólogos encabezado por el genetista evolutivo Andrew Storfer, de la Universidad Estatal de Washington, fue publicado en la revista científica Natura Communications.
Los científicos pudieron detectar que se han producido cambios genéticos que ayudan a la creciente resistencia de los demonios de Tasmania a la enfermedad. El ADN de esta singular especie ha mutado antes y después de la irrupción de este tipo de cáncer. Gracias a ello, según indica el estudio, los animales acabaron produciendo una respuesta inmune hacia los tumores, algo que implica que los demonios de Tasmania evolucionan de una forma muy rápida hacia una fuerte resistencia a este tipo de cáncer.
"Hemos observado una rápida evolución como consecuencia de la aparición de la enfermedad. Varios análisis estadísticos muestran que ha habido aumentos impresionantes en la frecuencia de ciertas variantes genéticas", ha detallado Storfer.
Los tumores faciales son una enfermedad contagiosa que ha acabado poniendo en peligro de extinción a los demonios de Tasmania. El tumor, que se puede contraer a través de heridas y mordeduras, aparece en la boca del animal y se extiende por el cuerpo hasta llegar a impedirle comer o respirar.
El carnívoro ha sido incluido en Australia en la lista de animales en peligro de extinción. Además, está en la lista roja de Naciones Unidas por correr el riesgo de extinguirse en un plazo de 25 a 35 años.