Según fuentes policiales, todas las víctimas del 'Jack el destripador' chino —así es como lo denominan ahora en el país asiático— eran mujeres solteras y, en el momento del homicidio, vestían ropa de color rojo. El maníaco las perseguía hasta su casa, las violaba y, después de eso, las degollaba. A veces también descuartizaba sus cuerpos.
Gao Chengyong cometió su primer homicidio en el lejano 1988, asestando 26 puñaladas a una mujer de 23 años. La víctima más joven del criminal fue una niña de 8 años. Hasta la fecha, la Policía china no dispone de explicaciones claras a la siguiente pregunta: ¿por qué a partir de 2002 dejó de matar?
En aquella época, las autoridades chinas prometieron pagar una recompensa de hasta 30.000 dólares a cambio de cualquier información que ayudara a esclarecer los misteriosos crímenes. Sin embargo, se ha podido identificar al verdadero asesino solo ahora, gracias a las muestras de ADN tomadas a su tío, arrestado recientemente por un delito leve.