"Me preocupa hasta qué punto realmente se me dificulta cumplir a de forma cabal el papel de símbolo [de la nación japonesa y la unidad nipona]", aseveró el emperador, de 82 años, en un discurso transmitido por la televisión estatal.
No obstante, el 125º monarca japones evitó realizar declaraciones directas sobre intención alguna de renunciar al trono, ya que según la Constitución de la nación asiática, debe abstenerse de realizar declaraciones políticas.
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En lugar de ello, Akihito expresó solamente sus sentimientos y su estado de ánimo en el discurso.