"Cuando nos enteramos de que nuestra hija había sido secuestrada por Corea del Sur, no pudimos soportar nuestra pena. Esperamos que sea repatriada", señalan los padres en unas imágenes mostradas por la cadena de televisión Uriminzokkiri.
Los padres también critican con dureza a la presidenta surcoreana, Park Geun-hye.
Es habitual que Corea del Norte califique todas las deserciones como secuestros y exija la devolución de los escapados, a quienes les esperan duros castigos en su país.
Seúl desoyó la petición alegando que los trabajadores norcoreanos huyeron por voluntad propia.
El mánager y doce trabajadoras de un restaurante norcoreano en Ningbo (provincia oriental de Zhejiang) escaparon a principios de mes y llegaron a Seúl.
Seúl decidió hacer pública la deserción en contra de la práctica habitual aludiendo a la excepcionalidad de una escapada en masa.
Corea del Norte dispone de 130 restaurantes en todo el mundo (un centenar de ellos en China), que suponen una de sus escasas vías de divisas extranjeras.
El éxito de la huida masiva a través de suelo chino provocó que algunos expertos se preguntasen por la actitud de Pekín en la operación.
China afirmó que conocía la situación de los 13 trabajadores huidos, quienes habrían salido del país de forma legal el 6 de abril.
Más de 29.000 norcoreanos consiguieron huir al sur desde que la guerra acabase en 1953 y casi 1.300 lo hicieron el pasado año.