"Esperamos que Corea del Norte se abstenga de nuevos actos irresponsables y comprenda que es ilusoria su esperanza de que la comunidad internacional la reconozca como un Estado nuclear", dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, al pronunciar un discurso en la sede de la Cancillería de Mongolia.
Al mismo tiempo, Lavrov expresó su preocupación por el intento de utilizar la situación como un pretexto para militarizar el Noreste de Asia y romper el equilibrio de fuerzas, en clara alusión a los planes de EEUU de desplegar sus baterías antimisiles en territorio surcoreano.
El jefe de la diplomacia rusa apuntó que una solución aceptable para todas las partes pasa por la creación de mecanismos multilaterales para la paz y la seguridad en la región.
Las tensiones en la península se acrecentaron desde que Pyongyang realizó un ensayo nuclear y lanzó un misil de largo alcance a principios de año.
Además, el nerviosismo de Pyongyang se disparó con las maniobras militares conjuntas de Seúl y Washington, las mayores de la historia, en las que también se ensayan las formas de acabar con la cúpula norcoreana en un escenario de guerra.
El pasado 2 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente la resolución 2270 que endurece las sanciones contra Pyongyang para que renuncie a su programa nuclear y lanzamientos balísticos, ya prohibidos por resoluciones anteriores del organismo.
