MOSCÚ (Sputnik) — "Todo el mundo hace esfuerzos para que el fuego cese y no vuelva a abrirse", declaró el ministro a la prensa.
Ya el primer día de enfrentamientos causó al menos 33 muertos y, según fuentes no oficiales, más de 200 heridos, informó la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.
Las partes se atribuyen bajas mucho más numerosas y se acusan de haber provocado esta nueva espiral de violencia.
En la zona del conflicto, según OCHA, viven unas 150.000 personas que corren el riesgo de verse desplazadas si se intensifican las hostilidades.
Las relaciones entre Ereván y Bakú se deterioraron desde que Nagorno Karabaj, un enclave de población mayoritariamente armenia, decidiera independizarse en 1988 de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no participa en las negociaciones.