BISKEK (Sputnik) — La tensión entre los dos países que integran la OTSC se disparó el viernes después de que, según el Servicio fronterizo kirguís, un tanque y 40 militares uzbekos entraran en una zona en disputa.
"Teníamos la obligación de advertir a la OTSC que la situación en la frontera es hostil", dijo Atambáev a los periodistas.
Al mismo tiempo el mandatario descartó la intervención de las fuerzas del bloque regional.
"Muchos políticos kirguises afirman que la OTSC debe mediar en el asunto, pero el organismo solo puede intervenir en el caso de una invasión militar contra nuestro país", subrayó.
Actualmente, adelantó, el organismo realiza consultas sobre la situación en la frontera entre las dos repúblicas exsoviéticas.
Asimismo, llamó a la gente a la calma ya que hay más de 50 tramos en disputa en los límites con Uzbekistán.
Desde la desintegración de la URSS casi la cuarta parte de la frontera que comparten los dos países sigue sin demarcar, lo que genera constantes conflictos.
El responsable del Gobierno kirguís para la demarcación, Kurbanbay Iskandárov, citado por un diario local, indicó, a su vez, que el país fortifica la frontera solo en los tramos concordados con el Estado vecino.
"Informamos a la parte uzbeka que fortificamos solo los sectores ya delimitados", apuntó.
Iskandárov denunció también que Uzbekistán colocó alambres de púa en 600 kilómetros de la frontera, pese a que todavía no estaban demarcados 324 kilómetros.