Japón aprobó su propio listado de sanciones a Pyongyang tras su ensayo nuclear de enero y el posterior lanzamiento de un misil de larga distancia para poner en órbita un satélite.
La comunidad internacional ve en ese lanzamiento una prueba encubierta de la tecnología para trasladar ojivas nucleares a puntos alejados del planeta.
En la lista también figuran miembros de la Asociación General de Residentes Coreanos, comúnmente conocida como Chongryon y cercana a las tesis de Pyongyang, y otros cinco miembros de una asociación de científicos e ingenieros coreanos que viven en Japón.
Uno de estos cinco miembros es un investigador de energía atómica de una universidad nacional del oeste de Japón, según fuentes de la seguridad pública citadas por Kyodo.
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Una investigación sobre la importación ilegal de alimentos norcoreanos a Japón a través del hijo del director de Chongryon reveló que Pyongyang está buscando el acceso a la alta tecnología a través de coreanos que viven en Japón.